Cartas al viento



sábado, 11 de diciembre de 2010

Somos Destino

Te dedico mi vida en esta carta, porque a la mañana siguiente sabré que estarás ahí; Eres lo que de este final fue el principio de aquella a la que le llamé una historia incompleta, el recuerdo de lo que alguna vez soñé así como el espejo de esta ilusión del amanecer, eres entonces una espalda desnuda abrazada por ésta soledad y la vestimenta de un amor que no existe ni existirá, permanece mañana donde te ubicaste en mi mente, ahí, donde alojaste aquella noche tu vientre.

No te vayas porque aun permaneces en mi luna núm. nueve, abrazándome fuerte con el gran amor que dices tenerme, estar lejos no te ayuda, porque te siento en mis adentros y al despertar recuerdo que tu nombre durmió en mi pecho como tu espalda en mi cuerpo, me va la vida en ello, como las vendas de un amor muerto.

¿Y qué, si decido amarte como lo hago? para que en la tempestad de un desacuerdo se termine solo con un beso,

¿Qué si no encontramos una palabra antepuesta al amor? Sabemos de antemano que creemos en algo que hace mucho tiempo se inventó

¿Y qué, si no existiera acaso este sentimiento? Bastando solo un abrazo para terminar esta ilusión que creemos realidad en nuestros sueños.

Quédate aquí y permanece una vida junto a mí.

Destino, mañana nos veremos la cara y evitaré besarte los labios por encima de la sabana, acariciarte desnudo el cuerpo bajo aquella estrella que se refleja en tu mirada, y dormiremos juntos de nuevo traspasando la distancia abrazándote ahora por la espalda.

Somos destino, lo que tu llamas amor, yo lo llamo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Que te pareció?